BIOGRAFÍA

En la obra de Luis García Gil (Cádiz, 1974) conviven de manera absolutamente personal literatura, cine y canción de autor. En el ámbito de la canción ha publicado Serrat, cantares y huellas, Serrat y Sabina a vista de pájaro, Jacques Brel, una canción desesperada, Javier Ruibal, más al sur de la quimera y Joan Isaac, bandera negra al cor. Su amor al cine ha dado como fruto el libro François Truffaut publicado por Cátedra y el guión y producción del documental En medio de las olas dedicado a su padre el poeta José Manuel García Gómez. También ha producido el documental Vivir en Gonzalo que ha dirigido Pepe Freire y en el que se profundiza en la obra de Gonzalo García Pelayo. Como poeta es autor de La pared íntima, Al cerrar los ojos y Las gafas de Allen. Es autor además del libro José Manuel García Gómez, un poeta en medio de las olas.




lunes, 28 de abril de 2014

A SU AIRE CON MARIA DEL MAR BONET


Por el programa A su aire de TVE pasaban a mediados de los años setenta algunos de los artistas más populares de la escena musical española del momento desde Serrat a Cecilia pasando por Karina o Mari Trini. A su aire contaba con una realización ejemplar que atendía a todos los detalles con planos que escrutaban las reacciones del público, los rostros emocionados que hallaban en aquellas canciones un modo de reconocerse, de envolverse en los acordes de la emoción. 

Eran otros tiempos con el franquismo agonizando pero sin revolución de los claveles que lo desintegrara de forma definitiva. A la par que se emitía A su aire pesaba la injusticia de un régimen que moría matando. Pese al contexto A su aire desplegaba un tipo de canción que hoy se nos antoja inviable en una televisión pública. ¿Cuando fue la última vez que pudimos escuchar a María del Mar Bonet en TVE? La pregunta se nos queda fijada en los labios igual que una queja. Lo que sorprende que aún con Franco pudiera darse esta circunstancia, una artista mallorquina como Maria del Mar cantando su bellísimo repertorio que no incluía ni una sola letra en castellano. La cantante traducía tímidamente lo que iba diciendo y luego unos subtítulos nos hacían las canciones más accesibles, como si ya no lo fueran suficientemente. 

Las cámaras de TVE filmaron cada matiz, cada gesto, cada acorde, la complicidad de los músicos. Vemos a María del Mar tomando la guitarra y eligiendo "Mercè" como primer destello de su ya rico repertorio, dedicándosela a su madre que la mira casi sin mirarla, como emocionada ante el gesto delicado de su hija. Al escuchar "Mercè" el tiempo parece detenerse en ese instante de plena belleza que hoy sería televisivamente impensable. También Serrat cuando pasó por A su aire puso su magistral "Cançó de bressol" en manos de la señora Ángeles Teresa, su madre: Por la mañana rocío, al mediodía calor...

Joan Manresa introduce el recital. Abro su libro 25 anys de Nova Cançó en Mallorca que tan amablemente me enviara. En la antología de canciones que incluye el volumen no puede faltar "Mercè" que formó parte del segundo elepé de Maria del Mar Bonet aparecido en 1971. En su recital televisado cobraba gran protagonismo su elepé compuesto por varios poemas de Roselló-Porcel cuya histórica cubierta estaba realizada por Joan Miró. Ese fantástico trabajo contenía colaboraciones musicales de Hilario Camacho y joyas como "Sonet", "A Mallorca durant la guerra civil" o "En la meva mort", joyas que suenan con una deslumbrante claridad en A su aire

Escucho a Maria del Mar Bonet -blanca y bruna- cantando en el Palacio Vivot de Mallorca y pienso en Silvia Pérez Cruz que ha heredado algo de su estilo, de su impronta, de su estética. Todo parece resumirse en esa lírica mediterránea de puerto perfumado de brea, de canción que vibra como lo hace la tramontana, que bucea en las fuentes populares con rigor y autenticidad definidas. Han pasado muchos años pero la belleza permanece inalterable. Compárese a María del Mar con Beyoncé, la artista más influyente de nuestros días según la revista Time. O mejor no compararla y quedarnos con todo lo que este recital fechado en 1974 nos sigue regalando al detenernos en la atmósfera especial que lo sustenta.